Faltaría más

Bueno en este "Universo" Sabinero no podía faltar un clásico entre los clásicos.
Que más puedo decír de este tema.Sobran las palabras. ¡Que largas son las noches cuando olvidamos!
Además de la letra os dejo el audio extraído del álbum en directo "Nos sobran los motivos".
¡Que lo disfruten!

19 días y 500 noches

Lo nuestro duró,
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks.
En vez de fingir
o estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie ladrando,
a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labiosy escarcha en el pelo.
Tenían razón,
mis amantes en eso de que antes,el malo era yo.
Con una excepción:
esta vez,yo quería quererla, querer y ella no.
Así que se fue.
Me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas.
Desde el taxi y haciendo un exceso,
me tiró dos besos…uno por mejilla.
Y regresé,
a la maldición del cajón sin su ropa,
a la perdiciónde los bares de copas,
a las cenicientasde saldo y esquina,
y por esas ventas del fino Laina
pagando las cuentas
de gente sin alma
que pierde la calma con la cocaína.
Volviéndome loco,
derrochando la bolsa y la vida
la fuí poco a poco,dando por perdida.
Y eso que yo,paro no agobiar con flores a María,
para no asediarla con mi antología,
de sábanas frías y alcobas vacías,
para no comprarla con bisutería,
ni ser el fantoche que va en romería,
con la cofradía del Santo Reproche.
Tanto la quería, que tardé en aprendera olvidarla,
diecinueve días y quinientas noches.
Dijo hola y adiós
y el portazo sonó como un signo de interrogación.
Sospecho que así,
se vengaba, a través del olvido,Cupido de mi.
No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar porque ya no le importa
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga y la falda muy corta.
Me abandonó,
como se abandonanlos zapatos viejos,
destrozó el cristal de mis gafas de lejos,
sacó del espejo su vivo retrato,
y fui tan torero,por los callejones del juego y el vino
que ayer el portero me echó del casino de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento que ella me lo mande.
Y eso que yo,
paro no agobiar con flores a María,
para no asediarla con mi antología
de sábanas fríasy alcobas vacías.
Para no comprarla con bisutería,
ni ser el fantoche que va en romería,
con la cofradíadel Santo Reproche.
Tanto la quería,
que tardé en aprendera olvidarla,
diecinueve días y quinientas noches.

PD: Para Dani, que ahora tiene las noches más largas.


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