No pudo ser y La Románica se quedó a tan solo un paso de conseguir la cita histórica de subir a primera regional. La promoción disputada ante el Mercat Nou de Barcelona no se les pudo dar peor a los de Rafi Gaitán. Lo mejor de los blancos apenas duró 20 minutos en la ida, justo lo que tardaron los naranjas en asentarse en la batalla. No hicieron más de la cuenta ni con excesivos alardes ofensivos. Tan solo les bastó con una buena colocación en defensa y un gran orden y rigor táctico para romper los esquemas barberenses. El 0-1 al primer ataque de la segunda parte fue un durísimo golpe que La Románica acusaría hasta el final de la promoción. A pesar del gol de penalti de David y llegar con todas las opciones a la vuelta (1-1) algo había cambiado de aquellos primeros compases de la ida.
En la vuelta, tampoco ayudo el árbitro que en la primera jugada señaló un penalti inexistente a favor de los locales que acabó de romper los esquemas de un equipo ya de por si demasiado tenso. Después se pensó más en el árbitro que en el propio juego y pesar de tener alguna ocasión aislada nunca dio la sensación de que futbolísticamente hablando pudieran meter mano a la defensa de los de Sants. Para colmo de males David falló un penalti también inexistente con el que el colegiado quiso arreglar el desaguisado del primero. Pero ni eso. En estos dos partidos sen convivieron en el campo el hambre y las ganas de comer. Ni La Románica hizo su juego (Sin noticias de Mestre, David o Raúl) ni la suerte y el arbitraje se aliaron con ellos. Por no estar no estuvo acertado ni el entrenador que arriesgo de manera extraña con un once en el que apostó sus cartas a Rubén (sin forma) y a Angi (un lateral de poco recorrido que convirtió en extremo). Las caras al final de un partido (suspendido a cinco minutos del final) eran un poema como es lógico en los de Barberà. Casi más bien una elegía donde apenas alguno se salvó de contener las lágrimas de la decepción. Tras una temporada colosal y quien sabe si irrepetible La Románica no pudo ganar la promoción. Y es que así es el fútbol de duro. Esta vez salió cruz.
Esperemos que haya una próxima.
Entretanto felicitar a los Raúl, David, Mestre y compañía por la excelente campaña. Y con el corazón.
¡ANIM URI!
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