Estabas allí


Estabas allí,

siempre esperándome,

siempre callada.

Y yo amándote,

en silencio,

sin apenas decir nada.

Cada noche,

aquel marrón,

sobre el oscuro abismo

de mí blanca habitación.

En silencio,

abriendo mi corazón.

Te agarraba.

Tuyo era mi cuerpo,

tuyo era de todos.

Más de uno te tocaba,

pero nadie como yo te deseaba

de ese modo.

Mi fiel amiga,

cuantos olvidos a tu patria.

Miles de lágrimas viste.

Todas me adoraban,

muchas me prometían,

pero apenas tú me quisiste.

Por siempre,

aquellas seis cuerdas,

sobre aquel árbol que plantamos

rodeado de finas hierbas.

Te doy todo lo que tengo…

Espero te baste con mis manos.

hEcToR 7


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