Y, esta vez si, PUDIMOS

¡ESPAÑA!
CAMPEONA DE EUROPA
2008


29 de junio de 2008
(3:30 am)

Veinticuatro horas sin dormir no dan para escribir un poema que emocione, seguramente. Ni tan siquiera para ripiar un texto con la coherencia que merece el momento, ya histórico. Pero necesitaba desahogarme antes de dormir; créanme de un bendito tirón.
España es campeona de Europa. Creo que alguna vez dije que si veía a la selección de fútbol ganar algo ya podría morirme. Pensándolo bien, tampoco me parece un buen momento para visitar el roble, si es que lo hay; el momento, digo.
Aún tengo que despertarme mañana y ver que era verdad. Que aquella careta de idiota con la que acabamos cada aventura de "La roja", se la hemos regalado a los alemanes. Que nos hemos vengado de montones de generaciones que se quedaron con esa cara. Que estos chavales, hombres ya, han vengado a otros tantos que lo intentaron con las mismas fuerzas, e incluso con más talento. A Arconada, a Camacho, Butragueño, Juanito, Goiko, Hierro, Maceda, Santillana, Señor, Luis Enrique o Raúl. Esto me da a pensar, por si alguien aún lo dudaba, que el fútbol, además de muy grande es la ciencia más inexacta que existe. Con la de veces que creíamos que esta vez si y nos dábamos con un canto en los dientes. Resulta que a la menos esperada, quien nos lo iba a decir antes de empezar, lo hemos logrado. No sé si hemos cambiado la historia pero ya estamos ahí y, lo que es más importante, hemos disfrutado como merecíamos. Porque España, como país, lo merecía. Porque los bares, las redacciones, las fábricas y los padres, sólo hablan de fútbol los lunes y este territorio, tan treméndamente futbolístico, no merecía ir con la cabeza agachada siempre.
Pero volvamos al fútbol. Digo que es grande, porque lo de ayer no puedo calificarlo de otra cosa. Toda España echada a la calle celebrando algo que le correspondía, algo que podremos contar a nuestros nietos. ¡Si pequeños! yo vi a nuestra selección ser campeona de Europa. Y vi a España tirarse a la calle a celebrarlo. Y a los del Barça abrazarse con los del Madrid, y celebrar algo juntos. Porque pude salir con la bandera y tirarme al agua sin que me tildaran de nada más que de otro simple aficionado que disfruto el momento; bendito momento. Que disfrutó con la cabalgadas alocadas de Ramos, con las travesuras de Marchena, con la locura más cuerda de Puyol. Que disfrutó con los goles del "Guaje", con las palmas de un jerezano y el acento canario de Silva. Con el toque de Xavi, la clase de Cesc, el trabajo de Senna y el miedo a la portería de Iniesta. Con aquel gol del "Niño" Torres y aquel portero que siempre supimos que era algo más que un portero.
Y vi al rey perder los papeles por un balón que, está vez, si quiso entrar.
Y nos reímos, y disfrutamos, y lo celebramos. Y el fútbol, grande como es el, nos devolvió un trozo de lo que nos debía.
No puedo decir mucho más; al menos ahora.

Estuve en Zaragoza...

Y sólo me acordé de mi madre...

En forma de vídeo ha sido mi pequeño tributo a los momentos que hemos pasado juntos.
Con poco más que añadir a lo que se ha dicho; que no es poco.

Gracias


Póquer de talento




¡Otra vez Rafa!


2005


2006


2007




Y...2008



Y aquí está. Una vez más, como si el tiempo no pasara. Veintidós años recién cumplidos y Rafa Nadal (algo más que un tenista) consiguió el domingo su cuarto Roland Garros consecutivo.
El español sólo necesito 1 hora y 48 minutos para alzar otra vez la copa de los mosqueteros. Normal que Federer apuntara el jueves antes de las semifinales: "Siendo sincero, no me gustaría jugar ante Rafa".
6-1/6-3 y 6-0 en una final que no pasará a la historia por su épica. Los días previos, ambos jugadores tenían sensaciones distintas. Federer no estaba jugando bien y sólo vencía por aquello de "la superioridad del talento". Nadal, en cambio, no daba opción a sus rivales, iba cada minuto a más y ha acabado con el semblante de que podría haber estado jugando tres meses más sin que nadie le hiciera sombra. Y el domingo la lógica se impuso a pesar de que era una final. La única que le falta al de Basilea. No era de esperar tal paliza. Es una final, y a esto Federer a jugado mucho. Pero el "enorme" tenista suizo no pudo hacer más ante una avalancha llamada Rafa.
Nadal, además, sigue batiendo récords, como el que ha nacido para desafiar a la historia. El año pasado superó las 54 victorias consecutivas en tierra que había marcado "Vilas" allá por el 1977, dejándolo en 81.
¿Qué mas quedaba este año? Entrar en el selecto club de los que han ganado cuatro veces consecutivas en Francia; ya está. "Iceborg" como era conocido "Bjorn Borg" lo consiguió a los 25 años y acabó su carrera con seis "Mosqueteros". Nadal tiene 22. Parece que fue ayer cuando llegó por primera vez a la arcilla de París. Desde aquellos 19 años del 2005 con los que Rafa debutó, hasta hoy, cuatro años después, el manacorí no ha perdido ni un solo partido. Suma 28 victorias consecutivas en tierras francesas, en la cuna del tenis mundial. Invicto desde su debut, a igualado lógicamente, también ese récord. Por si faltaba más, su cuarto título llega sin haber cedido un sólo set a lo largo del torneo, algo que sólo habían conseguido dos míticas raquetas como Nastase (1973) y, el propio, Borg (1978 y 80). El escandinavo a empezado a temblar desde hace algún tiempo, porque sabe que hay un huracán sin intención alguna de parar. Ese es Rafa Nadal, el único capaz de dejar en cuatro juegos a Federer, algo que no le había pasado en sus 173 partidos en Gran Slam, ni en los 372 que lleva como número uno mundial. El helvético ha sido una maquina desde entonces y ¿saben contra quien ha perdido únicamente finales de Gran Slam? ¡Exacto!
Por cierto, sobre el polvo de ladrillo, y jugando a cinco sets, Rafa, no ha perdido ni un sólo encuentro desde que es profesional. Podríamos empezar a plantearnos llamarle Nadal a todos los campos de tierra que veamos. O cambiar tierra por Rafa. No sería tan utópico.

Para acabar...

Lejos de todo esto, como si fuera fácil, me queda la sensación de un chico joven al que le queda mucho por aprender. El mismo que en la pista le enseña cosas a sus adversarios. A luchar, a no dar por perdida ninguna pelota, a no darse por vencido jamás. Nadal tienes las virtudes de un genio del deporte. De alguien histórico que hace que algunos como yo lo idolatremos. Porque esos valores, lejos de su talento, sirven igual para el tenis que para la vida.

Nadal tira de repertorio cuando el destino le juega una mala pasada, o cuando las cartas vienen mal dadas. Siempre tiene una respuesta, incluso cuando no es la acertada.
Pase lo que pase en un futuro y, aunque las rodillas dejen de responderle, nadie nos quitará ya, no sólo lo que hemos disfrutado, si no lo que hemos aprendido de él.
De el único deportista español que encarna todos los valores para no serlo. Cuantas veces he querido apagar la tele cuando perdía y me he dicho: "es el único con el que no puedo apagarla porque no va a morir aquí". Y en todas me dio la razón. Luego, tal vez, esté la victoria, pero lo que es seguro es que este el único camino para conseguirla.

¡Merci beaucoup Rafa!

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