Pero no se engañen. Seguramente era la forma más fácil de decirle a esos ojos, que gracias por todo. Que si la guerra se hace larga aquí tiene un soldado más.
Parches de calor
No quiero recordar esos besos,
ni pasar la tarde mirando fotos.
¿Qué fue de todo aquello?
¿Qué quedó de nosotros?
Congelados, viviendo del pasado,
de recuerdos que ya no van
a más lugares que a perder el tiempo.
Se acabó un cuento que no da para más…
Y ya no quiero poner parches de calor
para prender algo que se apagó.
Fue bonito mientras duró.
Pero ya no, lo sabes tú y lo sé yo,
que el tiempo pasa y nada
va a ser otra vez como ayer.
Acomodados en capítulos pasados,
fallan las cuentas de las rentas que tenemos.
¿Cómo lo hacemos si a mi se me encoge el alma?
Si ya la calma se ha mudado a nuestro hogar.
Y el tiempo pasa y tengo frío en verano,
y los gusanos se comen mi corazón.
Que sensación de “corre que se hace tarde”
Hoy llega a casa otro coche que arde por mí.
Y ya no quiero poner parches de calor
para prender algo que se apagó.
Fue bonito mientras duró.
Pero ya no, lo sabes tú y lo sé yo,
que el tiempo pasa y nada
va a ser otra vez como ayer.
Y ya no quiero poner parches de calor
para prender algo que se apagó.
Fue bonito mientras duró.
Pero murió, lo sabes tú y lo sé yo,
que el tiempo pasa y nada
va a ser otra vez como ayer.
4 ¿Y tú qué dices?:
00000OOOoooooo0000oooo H !!!!!
Ya tienes guitarra para hacer canciones?
LRAE
:)
No LRAE, está al caer, pero tengo el corazón contento y lleno de alegría.
¿Qué es esto? :)
Muy guapas estas letras, a ver cuando me la tocas... La canción porsupuesto XD Solo espero q tu proximo tema no se llame IBUPROFENO USADO :P q ya me extrañaba a mi q tanto medicamento y tantos remedios no te jugaran una mala pasada como esta XD
Atentamente: Tu hermano de leche... con canela y limón.
Pd: Nueva horchata hacendado, esta de vicio. Te la recomiendo.
¿Dónde marchan los minutos cuando pasa uno más? Se evaporan segundos en el aire, mezclándose con una bocanada del enésimo cigarro que consume los pecados de recuerdos casi olvidados. Casi. Quizás siguen ahí como una macabra broma del Destino para que la mente, encadenada, nunca pierda la conciencia de que existieron. Para alimentar el corazón de cenizas, martilleándose absurdamente en la melancolía de una fría noche madrileña.
Al son de una guitarra, imágenes pétreas van emergiendo de la nada para hacerse tan reales, tan presentes como lo fueron. Impidiendo su relevo por otros pensamientos menos mancillados, menos corrompidos por el paso del tiempo. Reviviendo pasiones demasiado oscuras, besos de cartón piedra, recreándose en si mismos agudizando los sentidos. Todos y cada uno de ellos.
Los minutos marchan; algunos, los menos indicados, vuelven sin ser invitados... al son de una guitarra, de una voz quebrada, mancillando un corazón cerrado por derribo.
La rubia de segunda fila.
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